CHUENGA: tal cual se lo conocía en todos los estadios de fútbol,
vendedor de la golosina que el mismo producía y comercializaba, al grito de
chuenga, chuengaaa, este personaje estuvo desde la década del 30' hasta 1984
en que falleció, presente en todos los partidos de importancia y en varios
donde jugaba nuestra divisa y por unas monedas les daba un puñado de
caramelos con la curiosidad que metía las manos en su bolsillo y siempre
sacaba la misma cantidad de golosinas por unos pocos centavos. (http://www.soydetelmo.com.ar/abc/c/4.htm
Del foro TodoTango (para más testimonios ir al
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Todotango - La Mesa del Café)
Omar
Cuando yo era pibe había infinidad de eventos deportivos, se llenaban las
calles para ver carreras de bicicletas, carreras pedrestes, partidos de
fútbol en las plazas, festejos patronales en las iglesias con fuegos
artificiales en las calles, carreras de embolsados, y muchos mas, en todos
estaba el hombre con una enorme bolsa al hombro de la que extraía, con sus
manos, un puñado que era la medida que utilizaba para la venta, así le
dieras 5,10 o 20 centavos, la medida que recibías siempre fue la misma “un
puñado de su mano” de este dulce caramelo blanco con algunas vetas de
diferentes colores, era una especie de turrón duro como una piedra, y roto
en pequeñas partes irregulares que este hombre promocionaba a viva vos con
el nombre de “chuenga... chuenga...” y los pibes y los grandes adquiríamos
indiscriminadamente, el tema que más llamaba la atención era el siguiente:
en las canchas de fútbol cerrados el comprador desde cualquier parte de la
tribuna gritaba chuenga y este vendedor que siempre era el mismo, le
entregaba el puñado de golosina a la primer persona que tenia a mano y este
al otro mas arriba y así sucesivamente hasta llegar al goloso adquirente por
mas lejos que este se encuentre, quien a su ves enviaba las monedas por su
compra de la misma forma. Alguien me contó que vivía por el barrio de
Floresta y que vendió la formula y el nombre de este producto a una firma
norteamericana, pero yo no lo puedo afirmar
José Pedro Aresi
Repito parte de lo ya dicho en enero de este años 2006.
Los caramelos ”chuenga” de fabricación casera, acabaron por sustituír al
verdadero nombre de su creador, a quienes todos conocíamos por “Chuenga”.Detrás
del producto que se vendía en las canchas, el Luna Park y cualquier otro
eventos que conglomerara público, se escondía, por así decirlo, un vecino de
Floresta, cuyo nombre era JOSE EDUARDO PASTOR , que nació en 1915 y nos dejó
en 1984. Muchos de nosotros alternamos con ese personaje delgado y medio
pelado, que ofrecía su mercadería al popular grito de “Chuengaaa”...,
enfundado en ”pull overs” de llamativos colores y diseños.No creo que
“Chuenga” llegó a ser millonarios, pero sí que fue un emprendedor y
laburador de “aquellos”. Un hombre digno de todo respeto. Ël vendía unos
masticables blancos e in deformes de su propia fabricación, envueltos en un
papel excesivo con relación al tamaño de la materia y que en sus puntas
estaba retorcido exageradamente para darle más volumen.Chuenga vendía al
voleo. Metía su mano en la bolsa de lona y el puñado que sacaba era "su
medida". El envoltorio abundante en papel, hacía que del producto en sí
llegara al cliente una cantidad no muy generosa. Ahí radicaba "el negocio"
de "Chuenga".A "Chuenga" lo conocí en el año 1943, en oportunidad de
inaugararse la cancha de Vélez, en el lugar donde hoy tiene su Estadio
Mundialista.
Un abrazo |